En los negocios, el objetivo es ganar y maximizar las ganancias. Pero para ganar dinero, debes gastarlo para cubrir algunos gastos inevitables. Aprenda qué son los llamados «costos hundidos» y cómo prepararse adecuadamente para ellos en este artículo.
¿Qué es un costo hundido?
Los costos hundidos son todos los costos irrecuperables incurridos por una empresa. Aunque son insignificantes para decisiones futuras, son comercialmente necesarios bajo el principio de «gastar dinero para ganar dinero». Por lo tanto, para que el negocio crezca y se desarrolle, los fondos deben utilizarse para algunas inversiones auxiliares, como: gastos de marketing y promoción, software, equipos, etc.
Si bien los costos irrecuperables no deberían afectar las decisiones comerciales, es fácil seguir haciendo algo en función de la cantidad de tiempo, esfuerzo o dinero que haya invertido. Así es como se ve un error de sesgo de costo hundido.
¿Cómo surge esta distorsión de costos irrecuperables?
La falacia del costo hundido es la idea de continuar invirtiendo recursos (tiempo, dinero o esfuerzo) de manera irracional e irrazonable, incluso cuando tales inversiones no hayan dado buenos resultados previamente.
Por ejemplo:
Quiere comercializar una idea de negocio a la que ha destinado un presupuesto de 5.000 EUR para su promoción. Luego, surgieron varios obstáculos, como la necesidad de obtener licencias y comprar equipos que excedían con creces el presupuesto disponible. Ahora que has invertido 5.000€, no quieres rendirte y seguir con tu plan de puesta en marcha.
¿Por qué es peligroso este sesgo de costo irrecuperable?
Muchas veces, las acciones basadas en las emociones, en el deseo de cubrir o evitar una pérdida, hacen que nos desviemos de las decisiones racionales. Por lo tanto, si ha invertido recursos en algo, no significa que deba invertir más con la esperanza de amortización y recuperación de los gastos incurridos.
¿Cuál es la forma correcta de ver las cosas?
La decisión de seguir invirtiendo en una idea de negocio debe basarse únicamente en sus costes. Racionalmente, los costos anteriores deben considerarse hundidos, hundidos y luego excluidos al decidir sobre inversiones posteriores.
Volviendo al ejemplo anterior, debe comenzar con algunas preguntas relevantes para la continuación del proyecto:
¿Adónde quiero ir?
¿Está justificado el dinero invertido?
¿Tengo demasiados gastos?
¿Puedo recuperar los costes de la promoción en el futuro?
Por lo tanto, los gastos de marketing, si bien son significativos, no deben influir en la decisión de iniciar el negocio. Se debe considerar la posibilidad de obtener permisos y costos futuros.
Caso de negocio
Para ayudarlo a comprender e identificar los costos irrecuperables más fácilmente, aquí hay algunos ejemplos que son comunes en el mundo de los negocios.
La empresa ALFA quiere lanzar una aplicación para gestionar actividades en redes sociales. Para fabricar el producto, se requiere cierta inversión en las siguientes áreas:
Investigación y desarrollo
Para desarrollar la aplicación, la empresa invirtió 10.000 euros en estudios de mercado e investigación de UX (User Experience).
costo de mercadeo
Uno de los gastos comunes para cualquier tipo de negocio son los costos de marketing. Para impulsar las ventas del producto, ALFA invirtió €5,000 en promoción a través de canales sociales y email marketing.
salario
Para crear la aplicación, ALFA contrata a programadores cuyos salarios alcanzan los 20.000 euros.
Todos estos costos representan la inversión requerida para fabricar el producto, pero son costos de estancamiento. Por lo tanto, si la demanda de las aplicaciones desarrolladas no es lo suficientemente alta, la decisión de continuar invirtiendo no debe tomar en cuenta los costos ya incurridos, sino las pérdidas en las que ALFA puede incurrir si continúa invirtiendo en productos no rentables.
Cualquier decisión comercial debe basarse en la razón y no en la emoción. Entonces, si bien son útiles y necesarios, los costos irrecuperables son costos que pueden hacer que usted actúe emocionalmente y, por lo tanto, corra el riesgo de perder más dinero. Piense en estos costos como inversiones hundidas pero necesarias, y prepárese para deshacerse de proyectos no rentables.